Si te hablan de inbound marketing puede que no tengas idea de qué es. Pero no te preocupes, aquí te lo explicamos de forma sencilla, y además te contamos cómo puedes aplicarlo utilizando uno de nuestros libros favoritos: El Principito.
Todas las personas tomamos decisiones basadas en nuestras experiencias, en lo que conocemos o investigamos, teniendo en cuenta lo que queremos saber; es por eso que es importante que las marcas entiendan la importancia que tiene entregar un contenido de valor diferencial que permita conectar con los clientes. Sin embargo, muchas veces se piensa más en los atributos y beneficios del producto que en las emociones que genera en los clientes.
En el marketing nos han enseñado a definir un público objetivo, pero no siempre nos ponemos en sus zapatos. ¿Sabemos qué emoción hay detrás de la decisión de que nos compre o de que no nos compre? En resumen, nos han enseñado a creer en clientes en términos de números y dinero.
Pero, ¿qué tiene que ver El Principito con todo esto? Al hablar de Inbound Marketing hablamos de la conexión que generamos con los usuarios o clientes entregándoles de contenido de valor. Esta conexión te la explicamos con este libro que nos encanta.
Lo que El Principito nos enseña sobre el marketing
“Tú para mí todavía no eres más que un niño igual a otros cien mil niños. Y no te necesito. Tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro, entre otros cien mil zorros. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. «
En este fragmento podemos hacer la siguiente analogía: Tu marca es El Principito, mientras que el zorro es tu posible cliente. Para él, tú no eres más que una marca entre otras cien mil marcas, y no te necesita. Para ti, el zorro es solo una persona más entre cien mil personas que podrían ser tus clientes. Pero si llegas a conocerlo, a ponerte en tus zapatos y a entregarle contenido de valor que te haga indispensable, entonces sucede algo especial, hay una conexión. El zorro deja de ser una persona más y se convierte en Miguel, alguien con ciertas preferencias y gustos. En ese momento, el uno necesita del otro. Tú te conviertes en su marca preferida, porque lo conoces tan bien que puedes ofrecerle exactamente lo que necesita, incluso sorprendiéndolo.
“No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.”
De la misma manera, aquel visitante en mi sitio web no era más que eso, un número. Sin embargo, al establecer una relación con él, puedo hacerlo mi amigo y ahora es mi cliente, un cliente único en el mundo. Esto se da gracias a esa conexión que podemos lograr a través de la entrega de contenido de valor que le funciona y soluciona las dudas de este cliente, convirtiéndote en una ayuda indispensable para ellos.
“Lo que hace a tu rosa importante no es su belleza, sino el tiempo que has dedicado a ella”
De igual forma, tu cliente es lo que hace importante a tu marca y lo que lo hace especial es el tiempo que has pasado con él, conociéndolo y comprendiéndolo. Conforme la relación crezca, puedes pasar de entregar solamente contenido a recoger los datos de estos clientes para poder nutrir esa relación a través del contenido de valor.
“Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Al principio te sentarás un poco lejos de mí, así, de esta manera, sobre la hierba. Te miraré de reojo y tú no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca…”
Aquí hay algo clave y es que en esta relación con el cliente: debes tener paciencia al construir tus relaciones, ya que no se trata de cazar sino de sembrar. No esperes generar confianza y ventas de inmediato, pero con cada día que pase, estarás un poco más cerca de lograrlo. Cabe destacar que, al igual que sucede con la construcción de amistades, algunos clientes son más fáciles de conseguir que otros, pero eso no significa que sean más o menos importantes.
“Tener un amigo es un verdadero privilegio, y si uno se olvida de ellos, se corre el riesgo de volverse como las personas mayores que solo se interesan por las cifras y los números. Para evitar esto, el narrador compró una caja de lápices de colores, lo cual sugiere que se preocupa por mantener una conexión emocional con su amigo”
Del mismo modo, tener un verdadero cliente también es un privilegio, y si tú te olvidas de ellos, corres el riesgo de volverte como las empresas tradicionales que solo se interesan en cifras y números. Para evitar esto, puedes generar fidelización a través del marketing y seguir en contacto con lo que interesa a las personas, demostrando un interés genuino en sus necesidades y deseos. Así, podrás mantener una relación duradera con tus clientes y evitar convertirte en una empresa fría y sin empatía. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa… del mismo modo, eres responsable para siempre de lo que has fidelizado. Eres responsable de tus clientes. ¡Cuida a tus clientes! Es mucho más fácil retener a los clientes existentes que conseguir nuevos.
Crea contenido que tus clientes deseen leer: Inbound Marketing
El Inbound Marketing tiene como objetivo establecer una conexión emocional con tus posibles clientes. Para lograr esto, es necesario comprender sus necesidades, enviar los mensajes adecuados para atraerlos, permitir que te conozcan y comprender la emoción que los mueve a acercarse a tu marca o producto. Cuando trabajas bajo esta filosofía, te das cuenta de que realmente empiezas a valorar a tus clientes y ellos a ti.
Como verdaderos amigos, ambos se unen en un solo propósito. Es importante considerar lo que ofreces a tus amigos y cómo se lo ofreces. Es fundamental destacar que para BANToo, el Inbound Marketing no se trata solo de enamorar a tus clientes con el fin de vender, sino de enamorarte también de tus clientes como empresa para mejorar su experiencia.
En resumen, utilízalo para establecer una conexión emocional con tus clientes, al igual que El Principito con el zorro. Sé paciente, construye amistades y relaciones duraderas, y tendrás clientes únicos en el mundo. Recuerda que eres responsable de tus clientes y que es más fácil retenerlos que conseguir nuevos. No te enfoques solo en vender, sino en enamorarte también de tus clientes para mejorar su experiencia.